Sólo un pequeño porcentaje de las calles en España hacen referencias a nombres de mujer, menos de un 20% del total de aquellas con nombre de personas. Hay estudios, como el realizado por investigadores de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) que han analiza el sesgo de género durante los últimos veinte años.

Los resultados del trabajo, publicado en la revista Environment and Planning B: Urban Analytics and City Science, indican un lento avance hacia la igualdad desde 2001, con un leve aumento en el porcentaje de calles de mujeres. Parece que por un lado existe una fuerte inercia a mantener los nombres de calles existentes, tanto por razones de apego como, sobre todo, por cuestiones prácticas.

En la actualidad se mantiene una tendencia a nombrar calles que sigue primando a los hombres frente a las mujeres, en una proporción de dos a uno. Por otra parte, las calles de mujeres tienen una posición más periférica dentro de la trama urbana de las ciudades siendo relativamente menos frecuentes en los centros urbanos. El impacto del nombre de una calle depende de la importancia y posición de la calle. Una avenida central en la ciudad le da mucha más escala geográfica a un nombre que una pequeña calle en un barrio periférico.

Los nombres de las calles no son aleatorios, sino que representan marcadores o señas culturales de los municipios como reflejo de la propia sociedad. Por ejemplo, un estudio muestra que la población de las provincias españolas con mayor porcentaje de calles religiosas tiene creencias religiosas más fuertes. El estudio también muestra que existe una clara relación entre los callejeros más feminizados y determinados indicadores socioeconómicos. Las ciudades con mayor número de habitantes, poblaciones más jóvenes, mayor nivel educativo y un sector servicios más importante cuentan con más mujeres en su callejero.

Analizando las calles de la capital de Lanzarote, Arrecife se puede comprobar que de las más de 600 calles, sólo catorce se refieren a nombres de mujeres: Gloria Fuertes, Isabel la Católica, Juana de Arco, Princesa Artiga, Princesa Teguise, Santa Teresa de Jesús, Alfarera Dorotea Armas, Antonia Cabrera Matallana, Micaela Hernandez, Francisca Cabrera Sastre, Luisa Linares, María Morales Topham, Maria Mérida y Trinidad de León Perdomo

Se plantea la necesidad de incorporar al callejero de nuestras ciudades los nombres de mujeres particularmente relevantes por su aportación, entre otras cuestiones,  al mundo de las artes, la cultura, la ciencia, la política o en la defensa de las mujeres.