Aunque la lucha contra la violencia de género ha sido liderada principalmente por mujeres, los hombres tienen un papel fundamental como aliados en este movimiento. Su participación activa puede acelerar el cambio hacia una sociedad más igualitaria y libre de violencia.

• Reconocer privilegios:
  Los hombres deben ser conscientes de los beneficios que el sistema patriarcal les ha otorgado y cómo estos privilegios impactan negativamente en las mujeres. Reconocer esta realidad es el primer paso para convertirse en un aliado.
• Cuestionar actitudes machistas:
  Desde chistes sexistas hasta comportamientos abusivos, es responsabilidad de los hombres identificar y rechazar estas actitudes. Callar o minimizar estas conductas perpetúa el problema.
• Promover relaciones igualitarias:
  En el hogar, en el trabajo y en la sociedad, los hombres pueden modelar relaciones basadas en el respeto mutuo y la equidad. Esto incluye compartir responsabilidades domésticas y emocionales, y apoyar las aspiraciones de sus parejas.
• Educar a otros hombres:
  Ser un modelo positivo para amigos, hijos o compañeros de trabajo es una forma efectiva de cambiar mentalidades. Hablar abiertamente sobre la importancia de la igualdad y cuestionar actitudes dañinas puede inspirar a otros a reflexionar.
• Participar activamente:
  Los hombres pueden unirse a campañas, marchas y proyectos que promuevan la igualdad de género. Su participación demuestra que la lucha contra la violencia de género es un problema de todos, no solo de las mujeres.

Ser un hombre aliado no solo beneficia a las mujeres, sino que también permite a los hombres vivir relaciones más auténticas, libres y enriquecedoras.