La historia se remonta a hace más de 100 años, época en la que cada vez más mujeres se incorporaban en el mundo laboral, en especial en la rama textil, teniendo que soportar jornadas de más de 12 horas a cambio de salarios miserables.

Concretamente el 8 de marzo de 1857, cientos de mujeres trabajadoras de una fábrica de textiles de Nueva York marcharon por las calles con el lema ‘Pan y rosas‘ para protestar por las míseras condiciones laborales, con salarios inferiores a la mitad de los salarios de los hombres y reivindicar un recorte de la jornada laboral y el fin del trabajo infantil. Esa jornada terminó con 120 mujeres muertas por la brutalidad policial y provocó que las trabajadoras fundaran el primer sindicato femenino, marcó la  historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo.

No fue la última vez que las obreras textiles se movilizaban, en marzo de 1908, 15.000 obreras marcharon por segunda vez por la misma ciudad al grito de ¡Pan y rosas!,  demandando un aumento de salario y mejores condiciones de vida. Antes de que se instaurara el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora ya se habían celebrado otros eventos similares entre los que los que destaca el Women’s Day celebrado en Estados Unidos el 28 de febrero de 1909 y que continuó teniendo lugar hasta 1913.

El 8 de marzo,  se convirtió en un punto recurrente para las protestas de las mujeres,  sirvió de escenario para numerosas protestas bajo el lema mismo lema ¡Pan y rosas!, en el que el pan simbolizaba la seguridad económica y las rosas la calidad de vida.

En 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, se reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres y  que se estableciera el 8 de Marzo como el “Día Internacional de la Mujer”, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.

El 25 de Marzo de 1911 en Nueva York, una fábrica de camisas ardió en la madrugada con centenares de mujeres que trabajaban en su interior. Un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron, la mayoría jóvenes de entre 14 y 23 años, no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado todos los accesos, práctica habitual entonces para evitar robos. El desastre industrial, supuso la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en el país.

Siete años más tarde, las obreras textiles  de Rusia tomaron las calles reclamando “Pan, paz y libertad”, marcando así el inicio de la más grande revolución del siglo XX, adoptando el Día de la Mujer tras la Revolución comunista de 1917. Le siguieron otros países, en China se conmemora desde 1922,  y en España desde 1936.

En España, no fue hasta el año 1976 cuando se produjo la primera manifestación con motivo del día de la Mujer. Sin embargo, fue reprimida por las fuerzas policiales, ya que no estaba autorizada. En el año 1977, la ONU anunció la proclamación del 8M como el Día para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, ese mismo año, España celebró la primera concentración autorizada con motivo del 8M.

A medida que el feminismo ha ido cobrando fuerza en todo el mundo, el Día de la Mujer ha ido perdiendo su carácter obrero, pasando a ser una jornada de lucha en la que se reclaman los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos, y de defensa del principio de igualdad de oportunidades.

Al día de hoy, se sigue luchando, por ello recordamos que no se trata de un día para celebrar sino para seguir trabajando en la reivindicación y defensa de los derechos de la mujer.